Estados Unidos.- En los Estados
Unidos aún subsisten las bandas más violentas del mundo, como la Mexican
Mafia, la Mara Salvatrucha 13 (MS-13), los Vatos Locos, los Bloods, los
Crips y la California Mexican Mafia. De organizaciones delictivas como
éstas –existen cerca de 40, la mayoría en los estados fronterizos con
México– provienen los jóvenes que buscan rehabilitarse en lugares como
Homeboy.
Aunque en los testimonios de Fabián,
Pascual y Salvador, tres hombres que salieron del pandillerismo en
California, no se mencionó ninguna de las bandas anteriores, el personal
de Homeboy sabe que los jóvenes que buscan rehabilitarse en Estados
Unidos provienen de estas estructuras que, en los últimos años, se han
aliado a los cárteles mexicanos del narcotráfico.
Homeboy es una organización social
creada hace 25 años que tiene presencia en nueve ciudades de Estados
Unidos. Busca reinsertar en la sociedad a los pandilleros que deciden
salir de las situaciones de violencia en las que son introducidos con su
ingreso en la banda.
“Nosotros no trabajamos con pandillas,
sino con pandilleros, porque los trabajos son individuales. Pero
nosotros no los vamos a buscar, necesitamos que ellos lleguen con
nosotros, porque no necesitamos trabajar con los jóvenes que quieren
algo diferente”, narró Pascual, uno de los representantes de Homeboy que
contaron su experiencia durante un foro realizado por la Secretaría de
Desarrollo Social (Sedesol).
Además de que los pandilleros asistan
por voluntad a su recuperación, es necesario que no asistan bajo los
efectos de las drogas. Incluso, explicó Fabián, dentro de los talleres
que imparten está uno para aprender a remover tatuajes “porque los
tatuajes son un impedimento para encontrar trabajo y ser valorado por la
sociedad”.
Una experiencia contada por Salvador es
la siguiente: hace algunos años, unos jóvenes buscaron un lugar donde
curarse. Pidieron trabajo y nadie se los dio. Pensaron que en una
iglesia de California el padre podría recibirlos, pero él también los
rechazó.
Después agregó: “Los jóvenes pandilleros
sí pueden cambiar, pero no lo lograrán si la sociedad no los apoya. A
esos muchachos, semanas después, el padre los comenzó a ayudar… Pero los
jóvenes son víctimas de la sociedad”.
Según estudios de la Universidad de
California, Homeboy ha tenido una efectividad del 60 por ciento en sus
programas de rehabilitación mediante la enseñanza de oficios. “Ésta es
una gran cifra, porque Los Ángeles es la capital de los pandilleros,
pero encarcelar a los jóvenes no es la solución. Ahora, viendo esto en
México, sólo espero que a este país no le pase lo mismo que sucede en El
Salvador [donde están los mayores grados de violencia entre bandas de
América Latina]”.
fuente: http://revoluciontrespuntocero.com/los-pandilleros-si-pueden-cambiar/
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